El gato montés patagónico (Leopardus geoffroyi) volvió a dejar huellas en el Área Natural Protegida Copahue.
De tamaño similar a un gato doméstico, su pelaje manchado lo convierte en un verdadero maestro del camuflaje entre la estepa y los bosques andinos.
Depredador ágil y solitario, el gato montés cumple un rol fundamental en el equilibrio de los ecosistemas al regular poblaciones de roedores, aves y reptiles. Su presencia es una señal clara de la riqueza y la salud ambiental de nuestras áreas naturales protegidas.
La diversidad biológica es patrimonio de todos los neuquinos. Proteger especies como el gato montés no es solo conservar la fauna: es cuidar el delicado entramado que sostiene la vida en la Patagonia.
Cada avistaje reafirma la importancia de las ANP como refugios para la biodiversidad y como territorios donde el ambiente y la comunidad pueden convivir en equilibrio.
